La droga más dura

Jamás hubiera concebido una droga tan dura al contacto con la piel que te hiciera mentir, supurar odio, acaparar y casi vender a una madre por otra dosis como ésta de la que ahora os voy a hablar.

Es tan infantil como pudiente y sacrificada como colectiva a día de hoy, no hablo de alcohol (dieta blanda para esta droga) ni siquiera la heroína (que cuántas vidas se llevó), no es una droga sintética de esas que tanto daño hacen porque se desconoce la dosis sobre la cual nuestro cuerpo se para. No.

La sustancia adictiva que les comento puede hacer que nuestra mente se rompa en mil pedazos, podemos retraer todos nuestros valores en pos de un nuevo chute cada día.

Gracias a este narcótico inventando supongo por el hombre millones de años atrás, tenemos un cuello fuerte (que no se tuerce ni con 5G), ganamos peso y nos cambia el nombre a patrón de festejos de julio. Nos hace correr por las calles como locos, vaya estafa-estafeta, y enfrentarnos a personas armadas con espadas en peleas a cuerpo a cuerpo.

Podemos perder marfil de la boca, encontrarnos con nuevos pesares, cambiar de bando, soportar humillaciones, concentrar iras, cabalgar a plan, dieta de puerros, suspiros vacacionales, campañas de arietes, subida de planes, hoy sí hoy no, veletas de viento, agua de mayo, casco de botella, y muchas otras cosas más…

Si no sabe controlar este estupefaciente en su vida, dese por muerto, se habrá arruinado por siempre, que Dios le bendiga post-morten. Por supuesto ya sabrán a estas alturas, cual es la droga de la cual les hablo, y si no lo saben yo se la digo.

La droga más dura en esta vida es: una puta sin ánimo de lucro.

Sálvese quién pueda. Doy fe.

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