Lo único que tendrás

Todo el mundo sabe lo único que seguro poseemos: la muerte. Pero no para mí, y por desgracia desaprovechamos. Dicen que nadie escarmienta por cabeza ajena, nadie dice vivir su vida por las experiencias de los demás, nunca puedes convencer a nadie de nada completamente. Aún así y haciendo un esfuerzo máximo en este momento, emotivamente os voy a brindar casi seguro, me atrevo a decir, lo más bonito que jamás haya escrito. Pues la vida es más segura que la muerte, hoy. Espero de esta forma hacer que cada frase que leas, entiendas y comprendas que es amada por tu propia vida.

Más allá de cada punto de estas frases y de las ies que puedas encontrar bocabajo en este texto sencillo, quedan los segundos que detrás de cada pulsación ha gastado mi vida para hacertelo ver, para hacermelo sentir. La vida.

Cornelias, geranios y trompetas claman al cielo con su olor más bello, que en el paño azul quede escrito tu nombre con los rayos de luz que penetraron en mi vida, esa que existe de verdad y desaprovechamos con mentiras. Que poca verdad somos capaces de vivir mientras vivimos. Nos sentamos a ver pasar los momentos de incluso nuestra propia vida, como si fuera una película de terror 3D del nuevo cine, para encogernos de brazos y saltar hacia atrás con cualquier contratiempo del tiempo. Este film no se puede rebobinar, pues su carrete como carro cuesta abajo pende a caer hacia delante empujado por la luna de los tiempos y firmemente va avanzando dejando grietas en la memoria, que poca memoria, ya no te acuerdas ni de vivir, hermano. Al final la bobina se corta, se quema o se infarta y deja de avanzar para dejar caer la cinta, nueva, vieja, oxidada, borrosa, prendida, arrugada, pendenciada, delgada, moribunda, estrechada, rayada, viscosa, aflautada o con sirria… pero al final tu miedo, el que vives en la película que ve la película de pavor también morirá con la cinta. Dejemos el miedo a bordo sólo de la película que vemos, pues es cine. Tu vida no es la gran pantalla. No lo es, y siento decírte que aunque vivas una sola vida, y tu argumento sea querer verla entera pasar. Tu carrete puede cortarse en cualquier punto, y de algún adjetivo antes mencionado. Corta y larga vida a la película de tu vida. Da igual. Jamás la vivirás, no debería importarte mucho cuánta es su duración. A no ser que sea muy aficionado a la gran pantalla.

De otro modo, no te pares de tal modo que pases a ser activo en tu hacer diario. Cada segundo es importante para definir lo que es tu vida. Que será lo único que seguro tendrás. Pues ni la muerte lo será. Puesto que yo no puedo ver mi muerte, nunca moriré, soy así de escepticista, nadie sabe ni sabrá cómo, cuándo y porqué murió. Ni jamás yo. Dame un segundo de tu vida, como estás haciendo y te prometo que no te haré cambiar nada a partir de ahora la forma de tus movimientos diarios, la forma de pisar cada losa de camino a la victoria, ninguna. Conseguido esto, y siendo poco vistoso el texto contradiciendo lo que al principio escribí. Me doy por satisfecho. El saber que la gente que pierde en la vida, es aquella que mira y ve pasar la suya propia como una película de cine de terror. Miedo a todo aquello que no quiere perder y que seguro que perderá, puesto que más seguro que la vida no hay nada. Así sé que la pierdes en cada momento de tu existencia. Vive y deja vivir. Yo ni dejo que no vivas y ni me dejo de morir. Mas seguro lo primero, lo segundo quizás ya no esté aquí, ni mis miedos ni los tuyos también. Antes dije vive y deja vivir pero quizás debí decir, no pares mirandote y vive en ti. Sobre todo di que sí.

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